Hay que cambiarle el nombre al alma mater de Condoto, Colegio Luis Lozano Scipion

Desde que mis profesores iniciaron a formarme académicamente, me hicieron creer de manera errónea, que aquellos que fundaron los pueblos del Chocó eran ilustres individuos de sangre azul, que llegaron a esas tierras a iniciar una mejor vida. Pues al pasar de los tiempos y gracias a los pocos libros de historia que he leído, textos por ejemplo, el ultimo libro que leí se llama "¿por qué los negros somos así? " tomo uno y dos de Carlos Arturo Caicedo Licona, pude darme cuenta que no es así.

Los libros cuentan como irónicamente los negros de hoy hacen homenajes a los esclavistas.

Esos señores que fundaron nuestros pueblos se sabe que eran empresarios, sí es verdad, que buscaban una mejor vida, sí es verdad, pero adivinen ¿como hacian para conseguir sus riquezas? ¿cuales eran sus herramientas? ¿cuales eran las retroexcavadoras de ese momento que utilizaban para la explotación del oro y platino? Esclavos negros traídos desde áfrica, a los que les cambiaban el nombre, a los que mutilaban, a los que utilizaban como animales, a los que asesinaban y cuando ya eran viejos eran vendidos a centavos.

Los que hoy son nuestros pueblos no eran más que campamentos mineros, en los que nuestros antepasados vivían en las peores condiciones que puede vivir un ser humano, pero de manera inexplicable el lugar donde nos formaron y formaran a nuestros hijos, uno de los colegios mas representativos de estos pueblos, llevan sus nombres, como homenaje a los asesinos mercaderes de seres humanos.

Traigo a colación dos ejemplos Luis lozano Scipion y Pascual de Andagoya, dos supuestos fundares de pueblos en el Chocó y esclavistas cuyos nombres fueron inmortalizados en instituciones educativas en los municipios de Condoto y Medio San Juan (Andagoya). Imagínese, es algo parecido como si en 100 años una escuela del Bajo Atrato,

le pusieran el nombre del alemán perpetrador de las masacres en esa zona.

¿Quien era en realidad Luis Lozano Scipion?

Señores, los apellidos que hoy llevamos son una marca indeleble que le pusieron a nuestros antepasados en contra de su voluntad, pero que de manera voluntaria nos la pongamos nosotros mismos no lo he podido entender, en el mundo en que vivimos hoy hay afros que son dignos de homenajes y sus nombre deben ser inmortalizados.

Es una opinión la cual no la hago con la intención de orinarme en el árbol genealógico de esos paisanos que se creen de sangre azul, pero eso es así y me sostengo en mi opinión.

Por: Pedro Pablo Becerra Albornoz

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