Primero fue en el norte del Cauca. “No permitiremos que hagan política local, ni regional. Los únicos escaños que lograrán serán los que logren desde las tumbas o fosas comunes donde los tiraremos porque los buscaremos hasta debajo de las piedras”. La amenaza general, pero también individualizada, llegó a los municipios del norte del Cauca en un panfleto firmado por los paramilitares Águilas Negras. Confiesan que han realizado “algunos asesinatos selectivos porque el objetivo es limpiar la sociedad de todas estas ratas que arto (sic) daño le han hecho al Cauca con su manto de impunidad” y declaran su objetivo:
“Queremos una Colombia sin guerrilleros, sin secuestradores, sin terroristas, sin defensores de derechos humanos”. Los firmantes de este panfleto centran su acción, según anuncian, en Caloto, Buenos Aires, Villarrica, Guachené, Puerto Tejeda, Corinto y Suárez. Zonas de fuerte influencia afrocolombiana.
Los asesinos confesos (“ya hemos empezado a hacer justicia por nuestras propias manos con algunas muertes selectivas en diferentes regiones del país, en el norte del Cauca…”) amenazan a una mujer que forma parte de la Mesa de Víctimas de Buenos Aires y a un militante de Marcha Patriótica de ese municipio, a dos miembros de los consejos comunitarios afro de Caloto y a un defensor de derechos humanos de Villarica. El Cauca es uno de los departamentos del país donde el hostigamiento contra los líderes y lideresas sociales es más intenso y en lo que van de año ya han sido asesinados, al menos, 15 de ellos.
Hace tan solo unos días, el Fiscal General de la República, Néstor Humberto Martínez, en una audiencia sobre el asesinato de líderes en el país, aseguraba: “No se advierte ningún grado de sistematicidad que nos permita establecer certeramente hasta hoy que hay una mano negra, invisible que está afectando a los líderes de derechos humanos”. Las organizaciones sociales se le echaron encima ante unas manifestaciones que no parecen coincidir con al realidad. De hecho, tal y como le respondía Carlos Guevara de Somos Defensores en Contagio Radio: “lo que pasa es que al fiscal le hace falta leer un poquito más nuestros informes de años anteriores para poder decir que esto no es sistemático”.
De hecho, de forma paralela a las amenazas en el norte del departamento, tres miembros de consejos comunitarios del también caucano municipio de López de Micay han sido amenazados de forma directa a sus teléfonos. El hostigamiento llega justo en el momento en que se debía celebrar la elección de la junta directiva de los consejos cinco comunitarios de López de Micay. La situación es tan preocupante, que los representantes han decidido hoy lunes 12 de diciembre aplazar ese proceso hasta febrero de 2017 “por motivos de seguridad”. Eusebio Valencia, del consejo de La Mamuncia (río López de Micay) y uno de los amenazados, asegura que la situación es grave porque aunque las amenazas van en incremento “las autoridades no han hecho nada para frenarlas”.
Los otros dos representante afro amenazados son Robertino Riascos, del consejo comunitario de Integración (río Chuare), y Teófilo Angulo, de El Playón (río Siguí). En estos casos de López de Micay no se sabe la procedencia de las amenazas, que llegan por teléfono celular, aunque si responde a presiones para forzar a las comunidades en temas relacionados con los cultivos para uso ilícito.
Hace tan solo unos días, el Fiscal General de la República, Néstor Humberto Martínez, en una audiencia sobre el asesinato de líderes en el país, aseguraba: “No se advierte ningún grado de sistematicidad que nos permita establecer certeramente hasta hoy que hay una mano negra, invisible que está afectando a los líderes de derechos humanos”. Las organizaciones sociales se le echaron encima ante unas manifestaciones que no parecen coincidir con al realidad. De hecho, tal y como le respondía Carlos Guevara de Somos Defensores en Contagio Radio: “lo que pasa es que al fiscal le hace falta leer un poquito más nuestros informes de años anteriores para poder decir que esto no es sistemático”.
De hecho, de forma paralela a las amenazas en el norte del departamento, tres miembros de consejos comunitarios del también caucano municipio de López de Micay han sido amenazados de forma directa a sus teléfonos. El hostigamiento llega justo en el momento en que se debía celebrar la elección de la junta directiva de los consejos cinco comunitarios de López de Micay. La situación es tan preocupante, que los representantes han decidido hoy lunes 12 de diciembre aplazar ese proceso hasta febrero de 2017 “por motivos de seguridad”. Eusebio Valencia, del consejo de La Mamuncia (río López de Micay) y uno de los amenazados, asegura que la situación es grave porque aunque las amenazas van en incremento “las autoridades no han hecho nada para frenarlas”.
Los otros dos representante afro amenazados son Robertino Riascos, del consejo comunitario de Integración (río Chuare), y Teófilo Angulo, de El Playón (río Siguí). En estos casos de López de Micay no se sabe la procedencia de las amenazas, que llegan por teléfono celular, aunque si responde a presiones para forzar a las comunidades en temas relacionados con los cultivos para uso ilícito.
Tomado de: colombiaplural.com | Ofensiva paramilitar contra líderes afro en el Cauca
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